El eclipse de sol que cambió el curso de la Historia

En el año 585 antes de Jesucristo y en concreto en una fecha que corresponde con el 28 de mayo del calendario; en lo que hoy es Turquía dos ejércitos se hallaban frente a frente para librar la correspondiente batalla. Eran dos pueblos de la Antigüedad, los medos y los lidios que habían peleado muchas veces. Esta sería pues una batalla mas que tendría lugar en este caso concreto en un día soleado.

Así estaban las cosas cuando de pronto sucedió algo tan inaudito que sorprendió a ambos ejércitos: el Sol se oscureció. A la vista de ello ambos contendientes pusieron fin a la batalla y se apresuraron a sellar un acuerdo de paz. Así lo relatan las crónicas de la época, entre estas la de Heródoto de Halicarnaso que vivió entre los años 585 y 420 antes de J.C. Se cuenta además que un sabio de entonces Tales de Mileto ya había calculado previamente que ese día tendría lugar la mutación del día en noche. Hoy en día y teniendo en cuenta los poderosos medios de comunicación y el cúmulo de conocimientos consideramos a los eclipses de sol y de luna algo casi trivial. Todos los años se producen varios aunque eso si nunca afectan a la totalidad del Mundo (al menos los de Sol) y por ello hasta siglos muy recientes se consideraban fenómenos muy extraños.

Para calcular cuando se va a producir un eclipse de sol y sus características hay que conocer muy bien los movimientos (aparentes) del Sol y de la Luna. Los del Sol son relativamente fáciles de calcular; pero La Luna parece ser más esquiva. Además, cambia de aspecto vista desde La Tierra y esos cambios han servido desde hace siglos para hacer calendarios lunares.

FIESTAS MOVILES DE LA IGLESIA CATOLICA

Muchas personas argumentarán que los calendarios lunares (precisan conocer las fases y movimientos lunares); no sirven para nada sin embargo la realidad es que durante siglos y aún en la actualidad los movimientos de la Luna y sus cambios (fases lunares) siguen siendo necesarios. ¿Para qué? Pues por ejemplo para fijar la fecha de las llamadas fiestas móviles que la Iglesia Católica y muchos de nosotros seguimos celebrando. Son entre otras la Semana Santa o el Corpus Chisti. En diversas ocasiones oí decir a mi madre, que su padre tenía un libro en el que se indicaban las fechas en las que caería no sé que fiesta religiosa, en no se cuantos años. Siempre me lo dice con admiración y asombro, aunque yo nunca he prestado mucha atención a este asunto. Sé que con cálculos matemáticos relativamente sencillos, se pueden hacer los llamados calendarios perpetuos que sirven para determinar por ejemplo en que día de la semana coincidirá o coincidió una fecha dada de un mes concreto.

Sin embargo muy recientemente cayó en mis manos un extenso documento que narra unos lamentables sucesos acecidos en el año 1758 y siguientes en San Miguel de las Dueñas y Castropodame. Al hacer un estudio de los mismos comprendí que me vendría muy bien saber en que fechas concretas de aquellos años, coincidieron algunas de las fiestas móviles que lógicamente ya entonces celebraba la Iglesia y sus fieles, que entonces eran mucho más fieles que ahora. ¿Cuándo se inició en el año 1758 la Cuaresma?. Esta y otras preguntas semejantes son las quiero responder.

Indagando un poco en el asunto me enteré de que existen unas tablas que maneja la Iglesia que sirven para calcular el movimiento de la llamada Luna Eclesiástica y que sirven año tras año para fijar la fecha del Domingo de Pascua, (primer domingo posterior a la Luna llena Eclesiástica que tenga lugar en o tras el 21 de marzo). Tras fijar esta fecha se pueden fijar otras. Yo no conozco esas tablas y pedí ayuda a mis amigos de la Asociación Leonesa de Astronomía. También creo que deberé hablar con algún sacerdote; aunque al tratarse de años tan lejanos me temo que el asunto será peliagudo. Quizá sólo en el Observatorio Astronómico de Madrid, por ejemplo, sean capaces de facilitar sin apenas esfuerzo los datos que yo busco.

¿Para que quiero saber yo esos datos de años tan lejanos? Pues para averiguar una serie de detalles respecto al nacimiento de un bebé, que al parecer fue alumbrado de modo prematuro (a los 8 meses) y muerto. El nacimiento prematuro en si es intrascendente, pero es que ya en 1759 se sospechó que fue precedido de un intento deliberado por parte de su madre por provocar un aborto. Esto ya es más grave y si además tenemos en cuenta de que el nacimiento se produjo dentro de los muros del Convento de San Miguel de las Dueñas, el asunto se calienta aún más. Pero es que aquí no queda todo. La madre era una moza soltera y natural de Castropodame que lo había concebido a una edad que, entonces, (menos de 25 años) era legalmente minoría de edad. Otro delito más castigado en aquellos tiempos, por la Iglesia y por la justicia seglar. Pero aún hay más. El presunto padre era otro tipo soltero (delincuente entonces, por tanto), natural y vecino de Castropodame, que presuntamente cometió su fechoría al llevar a cabo diversos “actos torpes” en reiteradas ocasiones. La primera del Día de Corpus del año 1758 y para más “inri” en la Casa del Señor Cura de Castropodame donde la doncella era criada.

Pues bien he aquí como los movimientos de La Luna sirven para múltiples estudios. La ilustración que adjunto corresponde a una representación artística de una batalla de la antigüedad, que puede ser más o menos parecida a la que el eclipse de sol del 28 de mayo del año 585 antes de JC evitó. Está tomada de la Red (www.taringa.net. Pinturas y cuadros de la Antigüedad)

Rogelio Meléndez Tercero

 

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