A CIENCIA CIERTA / Cambio de hora

Una vez más en la noche del sábado 25 de marzo al domingo día 26 se procedió al adelanto de una hora; evento este que no por conocido es bien comprendido. Vamos a ver si lo explico bien.

Hace siglos, en tiempos de Felipe II por ejemplo, esto de cambiar de hora hubiese parecido algo inaudito. ¿Qué suerte de burla o bellaquería es esta?; se hubiera dicho en el lenguaje de la época. Entonces la hora era exacta y sin discusión alguna posible, era la que señalaban los relojes de sol que se consideraban los relojes naturales. El Sol como obra de Dios (se razonaba), era el reloj mas perfecto que podía haber. Así parecía ser y hasta tal punto que los relojes de sol mecánicos se ajustaban y ponían en hora, tomando como referencia los relojes de sol de toda la vida. Día tras día con puntualidad matemática, el Sol ascendía durante la mañana y en un instante dado (mediodía solar esto es las 12) comenzaba a descender. Los intervalos de tiempo entre dos mediodías consecutivos eran justamente de 24 horas.

Se cuenta que el propio rey Felipe II en una ocasión, se percató de que uno de los relojes mecánicos de las dependencias palaciegas andaba “desarreglado” y ordenó que lo pusiesen en hora ajustándolo a las indicaciones de un reloj de sol. Sabia decisión entonces.

Sin embargo, los relojeros humanos continuaron en su afán de medir el tiempo mediante instrumentos cada vez mas precisos hasta el punto de que ¡¡quién lo diría¡¡ fueron capaces de construir relojes que demostraron que el Sol no pasa por la vertical de un lugar a intervalos de tiempo rigurosamente iguales. No son rigurosamente iguales porque se quedan cortos o se pasan en hasta 30 segundos. Es una cuantía insignificante; pero unos pocos segundos un día otros mas al siguiente, otros al siguiente,.….. dan lugar a un desfase de hasta 16 minutos y algunos segundos entre el espacio/tiempo del Sol que nos alumbra y otro ficticio que pasare por la vertical de un lugar a intervalos de exactamente 24 horas es decir 86.400 segundos. Este desajuste o movimiento no uniforme del Sol real se descubrió, me parece en el siglo XVIII. Entonces se comprobó que los relojes de sol artificiales eran mas exactos que los naturales, o si se quiere que el propio Sol. El tiempo medido por los relojes de sol se llamaba y se ha seguido llamando Tiempo Solar Verdadero (TSV) y el que señalaban los relojes de sol mecánicos y más exactos el Tiempo Solar Medio, (TSM). Como la diferencia entre ambos no llegaba a superar los 17 minutos a muchos efectos prácticos no tenía importancia; aunque a nivel científico si. El tiempo solar medio de Greenwich es el llamado Tiempo Universal (TU)

En cualquier caso ya se trate de uno u otro de ambos tipos de tiempo, lo cierto es que este varía continuamente en un instante dado al Este o al Oeste de un punto concreto. A las latitudes del Bierzo (42,5º) por ejemplo cada 342 metros varía un segundo. En 20,52 km la variación es pues de un minuto. Desde Ponferrada a León hay por ello varios minutos que son muchos mas si es hasta Valladolid, mas aún hasta Madrid, mas aún hasta Barcelona,……

Durante el siglo XVIII como los viajes eran en diligencia a lomos de un caballo o a pie; esto era imperceptible; pero en el siglo XIX una serie de inventos como el telégrafo, el ferrocarril y el teléfono adquirieron un enorme desarrollo y entonces si se hizo evidente esta realidad. A finales del siglo XIX, se estableció a nivel mundial un convenio por el cual se dividió La Tierra en una serie de franjas, (husos horarios) en concreto 24 delimitadas por meridianos en el interior de las cuales la hora oficial debería ser la misma. La diferencia horaria de un huso al anterior o el siguiente sería siempre de una hora. Se estableció además que el origen de medida sería el Meridiano de Greenwich o meridiano 0º. El huso donde se halla este meridiano se llama Huso 0 y va desde los 7,5º Este a los 7,5º al Oeste del citado meridiano. El resto de los husos son lógicamente también de 15º ya que 15 x 24= 360º es decir la circunferencia terrestre o lo que es lo mismo un día. De este modo la hora en cualquier instante y en cualquier parte del Mundo, difiere de la de otro en un número entero exacto de horas. Por ello los minutos y segundos son los mismos, aunque no lógicamente la hora. Así puede darse el caso de que dos localidades muy próximas tengan diferente hora oficial; (aunque la solar difiera muy poco) y viceversa dos localidades muy alejadas, tengan la misma hora oficial pero difieran bastante en su hora solar.

Esto se percibe muy bien cuando vemos en directo un partido de fútbol en dos localidades muy alejadas una de otra en sentido Este-Oeste. En todo caso, en la practica el sistema de husos horarios tampoco se respeta de modo riguroso. Si asi se hiciese, en España por ejemplo la parte mas occidental de Galicia debería tener una hora menos que el resto de la Península Ibérica; es mas la parte occidental de Monforte de Lemos debería tener una hora menos que la oriental. Las líneas (meridianos terrestres), que delimitan los diferentes husos horarios tal y como se definieron en el siglo XIX experimentan variaciones más o menos notables, para adaptarse a los límites de los países o de determinados territorios de un país. Por otra parte, los diferentes países a menudo adelantan o atrasan el horario que les corresponde (husos horarios) en un número entero de una o dos horas. Incluso en algunos raros casos hay países que modifican su horario oficial en fracciones de hora (medias horas en general).

Por todo ello la hora oficial hace ya muchos años que dejó de ser la hora solar verdadera. La hora se establece, no por las indicaciones de los relojes de sol de cada localidad, si no por decisiones de las autoridades de cada país que se toman eso si en base a las informaciones que los organismos competentes (observatorios astronómicos) facilitan. La hora oficial se establece pues por decreto oficial al margen de la posición del Sol.

Así las cosas se consideró que siendo la hora oficial algo que se determinaba por decreto; se podía modificar al antojo de los gobiernos, por las razones que estimasen oportunas. De este modo se sugirió que se implantasen horarios de invierno y verano para mejor aprovechar las horas de luz solar y ahorrar energía. También se da el caso de que por motivos comerciales a ciertos países les interesa armonizar sus horarios oficiales con los de los vecinos. Asi se ha establecido de modo mas o menos lógico y más o menos discutible, en que fechas hay que adelantar o atrasar la hora. Evidentemente a lo largo de un año hay que compensar los atrasos/adelantos para que al final del año no quede ninguna hora “suelta”.

Termino señalando que la diferencia entre la hora solar verdadera y la oficial se puede conocer en todo momento y que de hecho en el entorno de muchos de los relojes de sol que los veteranos mineros de El Bierzo hemos construido; figura (porque así lo creemos pertinente) un sencillo gráfico que sirve para transformar con facilidad la hora solar verdadera en hora oficial y así poder comprobar que nuestros relojes no andan “desarreglados” como aquel citado por Felipe II. Uno de los muchos relojes solares que hemos construido es este de Viloria, cerca de Bembibre, que aparece en una imagen tomada por Luciano Llaneza (“Chano”) y que se puede ver en la página de la Red de la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol.

Rogelio Meléndez Tercero

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