Los libros e internet

Las nuevas tecnologías también afectan al mundo literario
Las nuevas tecnologías también afectan al mundo literario

Bembibre Digital siempre ha mantenido entre sus principales objetivos, además de ofrecer una información veraz y actualizada, la promoción y difusión de la cultura. Prueba de ello son los canales temáticos de literatura, cine, música y viajes, que actualizamos periódicamente con la inestimable colaboración de Manuel Cuenya,  o la publicación del libro de relatos “Jilgueros en los ojos”, de Nicanor García Ordiz.

Con motivo del día del libro les ofrecemos a continuación un artículo de Nicanor García Ordiz, en el que nos habla de interné y las nuevas tecnologías como una nueva forma de acercar los libros y la cultura al mundo en general.
 Además, en el canal de literatura, ponemos a su disposición un texto muy interesante de Manuel Cuenya sobre el escritor Henry Miller.

 

Desde 1996, cada 23 de abril, y promulgado por la Unesco,  se celebra en varios países el Día Internacional del Libro. Fecha  conmemorativa en la que se rinde un homenaje mundial al libro y sus autores, y se pretende alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural; y yo, desde mi humilde condición de hacedor de relatos, aprovecho la celebración de esta señalada fecha y la oportunidad que me brinda Bembibre Digital para dirigirme a los lectores que a diario se asoman a estas páginas, buscando, entre otras cosas, las historias que cuento en mi libro “Jilgueros en los ojos”, y agradeceros la acogida y el interés demostrados hasta ahora, y animaros a que continuéis haciéndolo hasta el final de la publicación del mismo. Igualmente os felicito por formar parte de esta generación de hombres y mujeres que utilizan el ordenador e internet como una manera nueva de entrar en un libro y poder así asomarse a las páginas encantadas que llevan a mundos inventados por autores que, como tú, somos de carne y hueso. 

Decía Cicerón que para ser felices sólo necesitamos una biblioteca y un jardín. Añade un amigo mío, un ordenador conectado a internet. Y así es.  Al menos así lo creo. Ahora, en estos tiempos, el ordenador e internet también contribuyen a que seamos más felices. Gracias a esta nueva tecnología entramos de lleno en otra manera de acceso a la cultura. Otra manera de adentrarnos en los caminos que conducen al conocimiento y al entretenimiento. Una nueva manera, en este caso, de acercar las letras al mundo. 

Muchos fueron y son los que han querido y quieren enfrentar los libros con internet, pero lo cierto es que, pese a quien pese, internet es una ramificación de la biblioteca que Cicerón recomendaba para ser feliz.  Nos han dicho que Internet vicia el arte como una plaga y, sin embargo, hoy, decenas de miles de artistas en todo el mundo, tienen la posibilidad de llegar a su público a través de la Red, y de crear nuevas formas de arte.

No han visto, los cáusticos censores de Internet, que una civilización que no ha dejado de hacer cultura, desde que eligió piedras de colores para adornarse y decidió enterrar a sus muertos para que vivieran eternamente; civilización que hizo cultura a cada paso, desde las pinturas de Altamira hasta el acelerador de partículas LHC, desde Homero hasta Mestre, no vieron que una civilización cuyo reflejo en la eternidad es precisamente la cultura, no iba a crear un monstruo cibernético que devorara el pensamiento y la sensibilidad. No. Por el contrario Internet es el resultado de nuestra disposición cultural. Internet, lejos de liquidar la cultura, se ha vuelto un factor multiplicador de la misma. Ha recreado modelos intelectuales e inventado otros; ha abierto nuevos caminos para nuestro indomable ímpetu de escribir, pensar, pintar, bailar, componer, filmar, fotografiar, interpretar… En definitiva, ser lo que somos.

¿Qué enemistad puede haber entre Internet y la cultura, si la mayor librería del planeta es Amazon, www.amazon.com , y Google está escaneando libros sin cesar, www.books.google.com ? ¿Qué animadversión puede haber incluso entre las formas más clásicas de la cultura e Internet, cuando una de las más extraordinarias fuentes filológicas sobre la antigüedad es el sitio del proyecto Perseo, de la Universidad de Tufts, www.perseus.tufts.edu . Cuando Yale coloca en línea imágenes de las páginas de libros raros, www.library.yale.edu/beinecke ; cuando el proyecto Gutenberg, www.gutenberg.org, ofrece 20.000 libros en formato de texto, o cuando un renombrado experto en tecnología web pone un delicioso sitio sobre libros antiguos en www.fromoldbooks.org ?
Y me quedan Flickr, www.flickr.com , y YouTube, www.youtube.com , y MySpace, www.myspace.com , y Facebook, www.facebook.es , y, claro está, Wikipedia, www.wikipedia.org , la enciclopedia probabilística escrita y editada por todos nosotros. 

Así que aquí estamos, en medio de una de las mayores revoluciones culturales de todos los tiempos. Si la imprenta de Maguncia fue protagonista del más reciente de estos cambios mundiales, el ordenador e Internet son las estrellas del actual, del que estamos viviendo. Y ambas son cultura. ¿Por qué? Porque no podemos evitarlo. No podemos sino ser seres culturales. Intentemos también ser felices.

Feliz día del libro.

Nicanor García Ordiz
Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Telegram

También podría interesarte

Destacadas de Bembibre Digital cabecera