Busto de Abelardo López Sarmiento. Obra de Vicente Moreira Picorel

Una de las piezas menos conocidas del Museo “Alto Bierzo” de Bembibre es el busto de Abelardo López Sarmiento donado en el 2006 por su nieto, José Luis de la Puente López, hijo de Indalecio de la Puente Campano y de Josefina López Flórez. Desde el punto de vista plástico la obra ha sido realizada en escayola y recubierta de una oscura capa de tonalidad broncínea, lo que le confiere gran realismo, a semejanza de las “imagines maiorum” romanas. Posee unas dimensiones de 47 x 17 cm. Debido a la pérdida de volumen y de coloración en diferentes partes de la cabeza y del rostro, fue restaurada en un primer momento por Eduardo Núñez Cobo; y posteriormente en el Taller de Conservación y Restauración de Obras de Arte y Bienes Muebles “Proceso Arte 8 C.B.” de Astorga, en abril de 2007.

El busto lleva la impronta del artista de Fresnedo, Vicente Moreira Picorel, “El Niño de la Guerra” (1925-2009), que lo ejecutó en 1960 partiendo del estudio fotográfico y antropométrico del personaje a modelar y de su hijo Ricardo. De este escultor comprometido tuvimos ocasión de conocer su trayectoria artística en la Casa de las Culturas de Bembibre, con motivo de la inauguración el 21 de junio de 2008 de la exposición “Vicente Moreira. Esculturas”.

Vicente Moreira Picorel
Vicente Moreira Picorel

La efigie objeto de esta investigación es la de uno de esos hombres que dejan huella en el contexto histórico y social que les tocó vivir. Abelardo López Sarmiento nació en la villa del Boeza el 21 de diciembre de 1874. Y era hijo del hacendado Ricardo López Rodríguez, natural de San Román de Bembibre; y de Josefa Sarmiento Barrio, coterránea de Castropodame (León). El padre había sido oficial de la marina y por su vocación castrense participó en la Guerra de Cuba, regresando a su tierra natal a la finalización del conflicto. Decide entonces probar fortuna en el sector empresarial, tomando las riendas de las sociedades metalúrgicas y licoreras creadas en 1868, como eran “el Almacén y Comercio de Ferretería” y “las Fábricas de Alcoholes y Licores”.

Abelardo López Sarmiento
Abelardo López Sarmiento

Ricardo fue además alcalde de Bembibre en los periodos: 1877-1879, 1881, 1883-1884. Y durante su mandato reconstruyó el puente de La Estación, reformó los accesos a la población, estableció la Feria Ganadera de Santa Teresa y creó dos plazas de guardas municipales. Este brillante cursus honorum marcará desde un principio el perfil biográfico de su hijo, razón por la cual en 1900 asume la gerencia de las compañías familiares.

El 2 de septiembre de 1901 Abelardo contrae esponsales con María de los Ángeles Flórez Canseco, hija de Restituto Flórez García, natural de Valbueno (Riello, León) y de Saturnina Canseco Salgado, convecina de Adrados (Boñar, León). El padre de la joven, farmacéutico de profesión, instaló en Bembibre en 1889, “la primera alquitara para la destilación de orujos, que posteriormente sustituyó por el primer alambique, momento en que inaugura también la primera fábrica de gaseosas de la villa”.

En 1908 Abelardo pasa a desempeñar la dirección técnica del complejo industrial, proyectando la modernización de las instalaciones, al objeto de mejorar la calidad de sus licores e incrementar la producción. Esbozando estas premisas “reconstruye de nueva planta la Fábrica de Aguardientes, Licores y Jarabes” y la dota de bodegas vitivinícolas, depósito de orujos, aparatos para la destilación de aguardientes anisados y otros licores, sala de envasado y depósito de botellas.

De gran aceptación social eran sus aguardientes neutros, anisados, escarchados y vermuts. Y entre sus productos estrella estaban el “Anís Berciano”, marca de identidad de la comarca; el “Ponche Flórez”, evocador de la obra de Restituto Flórez García, pionero de las bebidas carbonatadas; el triple seco “Licor Valseh”, que lleva las siglas representativas de la Sociedad Regular Colectiva “Viuda de Abelardo López Sarmiento e hijos”; el “Vino Quinado Don Álvaro”, exquisitez enológica que encumbra al protagonista principal de la novela de Enrique Gil y Carrasco, “El Señor de Bembibre”; el “Coñac Sarmiento” y el “Brandy Sarmiento”, néctares que enaltecen el apellido materno de Abelardo; el “Anís Turca”; el “Vino Quinado Epopeya”; el “Orujo Flor del Bierzo”; la “Ginebra la Espiga”; el “Ron Jamaica”; el “Jarabe de Naranja”; el “Café Moka”; la “Crema de Cacao”…

La buena marcha del emporio industrial prosigue con sus hijos, Ricardo y César López Flórez, que al igual que ya hiciera su ascendiente, reinvierten parte de los beneficios en innovaciones técnicas para seguir compitiendo con garantías en el mercado. Además en 1922 César es designado director de la sociedad corporativa.

En los años veinte dos entidades bancarias abren sendas oficinas en la villa del Boeza, el Banco Herrero, de Oviedo y el Banco Urquijo Vascongado, de Bilbao, que eligen como representantes a los empresarios, Nicolás Pérez Gallego y Abelardo López Sarmiento, respectivamente.

Federico Jaime Robinson
Federico Jaime Robinson

Los contactos de Abelardo con la política municipal le llevan a asumir el cargo de alcalde de Bembibre entre los años 1909 y 1911. Periodo en que se produce la apertura de la villa a los avances tecnológicos que provienen de Europa; como es el dotar a la población de un nuevo sistema de alumbrado por luz eléctrica. Vieja aspiración que se retrotrae en el tiempo al 10 de octubre de 1909, en que se licita su funcionamiento por dos décadas al consorcio integrado por el inglés, Federico Jaime Robinson Bradley y los industriales bembibreses, Ramiro Gago Rodríguez y Natividad Rodríguez Álvarez.

Natividad Rodríguez Álvarez
Natividad Rodríguez Álvarez

A tal efecto, Natividad, presenta el 3 de diciembre de 1910 en el Gobierno Civil de León, el proyecto de construcción de una central hidroeléctrica en Viloria (Castropodame), en el molino que Ramiro posee a orillas del Boeza. Y desde donde pretenden llevar el alumbrado a Bembibre a través de una red general de transporte de 1.500 voltios y de otra de distribución de 120 voltios. Iluminación que se instalaría igualmente en algunos edificios de carácter civil o religioso e incluso en domicilios particulares.

Con respecto a esto podemos decir, que el empresario más significativo de la localidad, Nicolás Pérez Gallego, tenía contratado un consumo de 1,16 kilovatios hora, como se consigna en la factura emitida por la “Fábrica de la Luz Eléctrica Gago” el 19 de enero de 1911. La inauguración oficial del alumbrado público de Bembibre tuvo lugar el sábado, 28 de enero; y se otorgó el derecho de explotación a la compañía local por medio de una Real Orden de 26 de mayo de 1911.

Demetrio Merayo
Demetrio Merayo

Un hito de especial trascendencia para Bembibre sería la llegada del cinematógrafo de la mano del empresario Demetrio Merayo Álvarez. Programándose para las Fiestas del Cristo de 1911, películas de la “Casa Pathé” de París.

El sector de las industrias extractivas del carbón también se planteó la construcción de un ferrocarril de vía estrecha, que uniría el corredor minero de la cuenca del Boeza con la estación del ferrocarril de Bembibre. El estudio de viabilidad lo efectuaría en diciembre una compañía belga. Proyecto que a la postre tendría que abandonarse por la falta de liquidez de los empresarios que iban a sufragar las obras.

A finales de este mismo mes, Abelardo López Sarmiento y Federico Jaime Robinson Bradley, solicitaron al Ministerio de la Gobernación el establecimiento de una red de telefonía particular. Obteniendo facultad para ello el 3 de febrero de 1912.

El destino de Abelardo quedó truncado el 3 de mayo de 1937, desapareciendo para siempre un hijo predilecto de Bembibre. Su mujer, María de los Ángeles, continuó durante muchos años perpetuando la labor de su difunto marido, dejando de existir el 20 de noviembre de 1970. De esta unión matrimonial quedaron seis vástagos: Ricardo, Josefina, César, Manuel, Ángeles y Saturnina.

Como remembranza a su progenitor, César, editó un “Manual de Alcoholemia Práctica”, en cuya dedicatoria le rendía un entrañable homenaje póstumo:

A ti te debo cuanto soy y sé, padre y maestro; cumpliste tu sagrada misión con dignidad, honradez y sacrificio, Dios te lo habrá premiado, tu corta vida fue una jornada sin descanso; yo para intentar imitarte en laboriosidad te dedico este humilde trabajo cuando acabas de dejarnos para pasar a la tranquila vida de la eternidad”.

BIBLIOGRAFÍA

. Olano Pastor, M. I. (2003). Epítome al conocimiento de un periodo de la historia de Bembibre: de la Dictadura Primorriverista a la II República (I), Astorga, Revista de la Asociación Cultural “Monte Irago”, pp. 34-36.

. Olano Pastor, M. I. (2009). El mundo de los sueños. Historia del cine en Bembibre (1911-2014), Noceda del Bierzo, Revista de la Asociación Cultural “La Iguiada”, pp. 14-20.

Manuel I. Olano Pastor
Museo Alto Bierzo

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