La Cultural y Deportiva Leonesa no podrá jugar en Segunda B, a pesar de haber logrado el ascenso en el terreno de juego, superando al Universidad de Oviedo en el último partido de la fase de ascenso. Pero en León todos sabían que eso no era suficiente, ya que el club necesitaba presentar un aval de 400.000 euros y saldar una deuda pendiente de 360.000 euros, para poder inscribir al equipo en la categoría de bronce del fútbol español.
El desenlace, visto desde fuera y con perspectiva, era el que se podía esperar. Si el equipo descendió en su día de categoría por impagos, no tiene mucho sentido que se acepte un plan de pagos aplazado, porque eso supondría recuperar la categoría sin hacer frente a la deuda que motivó el descenso. Y además por otro lado, el aval que presentó el club, emitido por una empresa, no era válido, al no poder alcanzar un acuerdo con un banco para que avalara los 400.000 euros, como requería la Federación. En definitiva, la Cultural pidió un trato especial que la Federación no podía aceptar sin sentar un precedente, al que terminarían agarrándose todos los clubs que no pudieran hacer frente a sus deudas.
Ahora se presentan varios interrogantes. El primero de ellos es quién va a ocupar la plaza que deja libre la Cultural en Segunda B y cómo afectará a la composición del Grupo VIII. La Arandina estaba a la expectativa y podría solicitar la plaza de la Cultural, resolviéndose todo con un intercambio de categorías. Otra pregunta que podemos hacernos es cuál va a ser el planteamiento de la Cultural para la próxima temporada. ¿Volverá a intentar el ascenso con la incertidumbre de si podrá afrontar las condiciones económicas, en caso de lograrlo deportivamente?.
Se abre ahora un breve periodo de reflexión en el club blanco, donde tendrá que dar respuesta a estas y otras cuestiones, para planificar su futuro. También está en el aire la cuantiosa prima de 90.000 euros que debían repartirse los jugadores por lograr un ascenso que no se hará efectivo, aunque nadie podrá reprocharles que no cumplieran con su parte en el terreno de juego.
