Puertas doradas para entrar y salir

En la primavera de 1844, Enrique Gil firma su última crítica teatral en El Laberinto y se despide cariñosamente de sus lectores, que sin duda eran muchos y principales pues sus críticas se publicaban casi siempre en primera página del periódico o en lugar destacado. Se despide deseando a su sucesor “puertas tan doradas para entrar y salir”. Todos quisiéramos en nuestras vidas, para entrar y salir de empleos, trabajos, proyectos, parejas, conflictos… “puertas tan doradas”, reservadas quizás a la elegancia moral del gran romántico leonés.

Enrique se despide de su Revista de la quincena –sección que aún hoy se lee con regocijo– porque está haciendo las maletas y ese mismo mes de abril emprende viaje a Valencia, Barcelona, Marsella y un largo camino hasta su destino, Berlín. Pero deja en la redacción de El Laberinto tan grato recuerdo que su director, Antonio Flores, publica en el número siguiente una breve elegía, que hoy traemos a nuestros Martes románticos:

“Para los lectores habituales del LABERINTO ha debido de ser esta una desagradable nueva, como lo es para toda la redacción que tanto se honraba con la colaboración del señor Gil. Sus cualidades personales le han granjeado infinitos amigos, sus talentos literarios y buen juicio crítico, muchos apasionados: en el número de unos y otros tenemos el gusto de contarnos, así que no extrañará el lector que dediquemos estas primeras líneas de nuestra Revista quincenal de hoy a tributar este homenaje de aprecio a un escritor que tan bien ha merecido del público, como de sus compañeros de tareas periodísticas.

(…) si el señor Gil cesa de escribir en nuestro periódico la sección que le estaba destinada, es porque se ausenta a un viaje por el extranjero de que no podrá menos de reportar al público mismo grande utilidad. Los buenos ingenios ganan mucho viajando, y nuestro amigo está justamente en aquella edad, y en aquel estado de conocimientos, más propios para hacer que fructifique su atenta y juiciosa observación; de manera que, sin temor de engañarnos, podemos asegurar nuevas y más cumplidas glorias a las futuras producciones de su pluma”.


Enlaces wiki románticos:

Información sobre la Biblioteca Gil y Carrasco
A la venta en las principales librerías.
Distribuye: Latorre Literaria

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