Un bembibrense al que le pusieron cara, nombre y apellidos para ser juzgado por la sociedad antes que en un Tribunal

I.R.G., el joven de Bembibre cuya imagen apareció en programas de televisión nacional, en prensa escrita y digital, identificado con nombre y apellidos, juzgado por la sociedad como culpable de un presunto delito de secuestro y de haber arrojado pegamento en la vagina de su ex pareja cuando el juicio todavía no se llegó ni a señalar. Al final bastaron pocos días para convertirlo en presunta víctima de la que fue presunta víctima.

Esta misma mañana el Juez revocó el auto del pasado jueves en el que decretó prisión incondicional sin fianza para I.R.G. por un presunto delito de violencia de género al que se unían los últimos hechos que le imputaban: secuestro y una brutal agresión a su ex pareja. Es cuestión de horas que vuelva a su casa con su madre y con sus hermanos, quienes defendieron públicamente su inocencia asegurando que aquella noche del lunes no salió de casa.

Durante estos días su imagen ha salido en medios de comunicación nacionales, protagonizando acalorados debates en el programa de Ana Rosa entre otros, cuya presentadora llegó a expresar su confianza ciega en el relato de la supuesta víctima hasta mostrar la cara del bembibrense omitiendo la consideración de «presunto» refiriéndose al agresor. Mañana será otro día para conocer la versión de estos programas.

También echaban humo las redes sociales con comentarios de todo tipo incriminando al que era presunto culpable de los hechos. Personas que pedían incluso poco menos que su dirección cuando los medios de comunicación más amarillistas todavía no habían publicado estos datos personales, hasta que en poco tiempo todos pudieron conocer su cara.

Su familia pidió respeto y apeló a la presunción de inocencia, un acto que también provocó alguanas críticas. Incluso el mismo día en que entraron en su domicilio el vecindario no daba crédito entre la incredulidad por lo sucedido.

El pasado jueves el Juez decretó su ingreso en prisión y el propio órgano judicial reconocía en el auto tal y como recogió Bembibre Digital que «es cierto, que no existe una prueba directa de la participación del detenido en los hechos, pero también lo es que no se puede descartar su intervención ante los indicios y conocimiento de la víctima de detalles del lugar de detención ilegal que no tendría por qué«.

El Juzgado ha decretado esta mañana su puesta en libertad, y no lo ha hecho por falta de pruebas de que fuera presunto culpable sino porque hay una confesión de la persona que encubrió y ayudó a V.G. a simular su propio secuestro, tal y como ha confirmado esta mañana el TSJ.

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