A CIENCIA CIERTA / Teoría de La Relatividad: ¿denominación inadecuada?

Entre los muchos datos que he leído sobre la conocida como “Teoría de La Relatividad”, formulada hace más de 100 años por Einstein, uno de los detalles que más me han llamado la atención es la afirmación de José Vicente Gavilanes, publicada en el número 76 de la revista LEO, que edita la Asociación Leonesa de Astronomía. Según el citado J.V. Gavilanes , Einstein quería que su célebre teoría o sus enseñanzas fuese denominada “Teoría de la Invariancia”, ya que sus investigaciones y estudios estaban encaminados a buscar lo que no varía en la Naturaleza. Por ejemplo la velocidad de la luz.

En efecto es en el análisis de la velocidad de la luz donde se pone de manifiesto algo que hasta los tiempos de Einstein parecía imposible: que el tiempo es relativo. En la vida cotidiana y a todos los efectos consideramos que la velocidad es algo relativo y sin embargo son absolutos tanto el espacio como el tiempo.

Por ejemplo si un viajero se mueve en el interior de un tren a 1 metro por segundo y además el tren está avanzando respecto a la vía en el mismo sentido a 10 metros por segundo; consideramos que la velocidad del viajero respecto a la vía es de 11 metros por segundo. En definitiva admitimos que la velocidad del viajero es relativa y depende del sistema de referencia elegido (el propio vagón ó la vía en este caso). Sin embargo entendemos que la distancia entre dos puntos es siempre una concreta y nada mas y que el tiempo transcurrido entre dos sucesos es uno concreto y sin discusión alguna. En definitiva que mientras que la velocidad es algo relativo tanto el espacio como el tiempo son absolutos.

Al decir que la velocidad es algo relativo, nos referimos a todas las velocidades, sean las del sonido o las de un automóvil. Esto sin embargo no se cumple en el caso de la luz. La velocidad de la luz es siempre la misma. A raíz de esta consideración no queda más remedio que admitir que el tiempo es relativo. Es decir que si en el interior de un vagón en marcha un suceso dura un tiempo determinado; ese mismo fenómeno pero visto o medido desde fuera del vagón durará más tiempo. En una palabra que el tiempo transcurrido entre dos sucesos es mayor o menor dependiendo del sistema de referencia.

En realidad y según explica J.V. Gavilanes lo que ocurre es que la suma de velocidades no se puede hacer como habitualmente se hace; es decir sumando o restando sin mas; si no utilizando una formula matemática más compleja en la que interviene la velocidad de la luz. Como la velocidad de la luz es tan enormemente elevada respecto a las velocidades que estamos acostumbrados a utilizar en la vida cotidiana y si analizamos esta fórmula matemática; resulta evidente que a efectos prácticos basta con hacer los cálculos como siempre se hacen. Por ejemplo si un tren se mueve a 15 metros por segundo y dentro del tren un viajero a 2 metros por segundo en sentido contrario la velocidad del viajero respecto a la vía será de sólo (15-2) ; 13 metros por segundo.

Hay muchas e interesantes conclusiones, que se pueden deducir a partir de la consideración de que la velocidad de la luz; ha de ser siempre la misma con independencia el sistema de referencia que se utilice. No obstante yo creo que por hoy con lo dicho ya es suficiente. La idea es que por asombroso que parezca el tiempo es relativo. Por ello podría darse el caso de que un viajero que partiese de La Tierra y estuviese viajando a velocidades muy, muy elevadas regresase a La Tierra al cabo de un tiempo que para el serían muchos menos años que los transcurridos en La Tierra desde su partida hasta su retorno. El viajero volvería con un aspecto mucho más joven que el de sus contemporáneos que se quedaron en La Tierra; porque en efecto al viajar el tiempo es menor que estando en reposo. De igual modo las enseñanzas de Einstein ponen de relieve que dos sucesos que para un observador hayan sido simultáneos paro otro no lo han sido. Esto es algo que en la vida cotidiana y en base a nuestra experiencia parece imposible. O suceden al mismo tiempo o no decimos,…pero según Einstein las cosas son realmente de otro modo.

No obstante estos fenómenos sólo se ponen de manifiesto a velocidades muy elevadas; es decir mucho más próximas a la velocidad de la luz de lo que lo están las velocidades a las que nos movemos en la vida cotidiana. Adjunto una imagen del libro titulado “Que es la Teoría de la Relatividad” de L. Landau y Y. Rumer.

Rogelio Meléndez Tercero

 

 

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