Un jugador del equipo juvenil del Atlético Bembibre fue objeto de agresión el pasado sábado por varios jugadores del Juventud Rondilla de Valladolid, provocándole un desplazamiento de vértebras. Un partido que se presentó tenso prácticamente desde el inicio y que terminó con una paliza al portero suplente, Alejandro Redondo –Duugan-, y la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
Según declaraciones del entrenador del juvenil, Jesús Esteban –Susi-, el desencadenante fue la actitud de algunos jugadores del conjunto visitante que, después de haber ganado el partido se dirigieron al público con “peinetas e insultos”. El portero suplente del Bembibre, que no había disputado el encuentro, salió a reprochar a uno de los jugadores esta conducta y lo hizo con un empujón, a consecuencia del cual el jugador rival cayó al suelo.
En ese momento la reacción de varios jugadores del Rondilla fue “violenta” con el bembibrense, contra quien se lanzaron propinándole puñetazos y patadas, según fuentes del club. Ante esta situación, varios miembros del cuerpo técnico y delegado del Atlético Bembibre entraron en el terreno de juego para intentar contener la trifulca, quienes también fueron recibidos a puñetazos.
Duugan puso la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, que tomó declaración al árbitro y otras personas presentes en el encuentro. El joven portero terminó con varias vértebras desplazadas.
El árbitro reflejó en el acta tres expulsiones del Rondilla además del portero Duugan por haber empujado al jugador rival. De las tres expulsiones, dos lo fueron por empujones y otra por propinar varios puñetazos.
El club no está conforme con el acta entendiendo que “no refleja la realidad”. Consideran que el colegiado “pudo no haber visto bien lo que pasó, debido a la rapidez de los acontecimientos”, y aseguran que el acta no refleja la crudeza de los hechos. Afirman que fueron más de tres jugadores implicados en la agresión, y que no se limitaron a empujar.
