‘Lucha por un sueño’ se podría titular la película de la vida de Alba González, la jugadora del Embutidos Pajariel Bembibre que acaba de confirmar su continuidad en el club del Bierzo Alto por sexta campaña consecutiva. A sus 19 años y después de cuatro temporadas alternando las categorías inferiores con el equipo profesional, la base ponferradina dio el año pasado el salto definitivo a la Liga Femenina. Por si quedaba alguna duda, ahora afronta su segundo curso totalmente integrada a la dinámica de grupo del equipo de ‘Chiqui’ Barros.
Es probable que nadie pensara que esta chica menuda pudiera llegar a ser una más de un equipo de Liga Femenina cuando empezó a jugar con los niños de su colegio. Sin embargo, verla entrenar cada día convence a uno sobre sus posibilidades. Obstinada como pocas y trabajadora incansable, ‘Albita’ –como se la conoce en la grada del Bembibre Arena- está empeñada en seguir aprendiendo a soñar y a construir sueños. De la mano de su entrenador, ‘Chiqui’ Barros, quiere seguir creciendo y nadie duda de que lo hará.
Su proceso de adaptación a la máxima categoría es progresivo, aunque ella se lo toma con calma, bien asesorada como está tanto por su cuerpo técnico como por su familia. “De momento, mis objetivos son seguir mejorando de la mano de ‘Chiqui’ y Raquel y aportar algo más para poder ayudar al equipo”, aclara la canterana, que está muy agradecida al club: “Me siento como en casa, lo que es un punto a favor. Siempre me están ayudando, tanto dentro del baloncesto como si tengo un problema fuera”.
También, añade, es muy feliz con sus entrenadores, ‘Chiqui’ y Raquel Álvarez, a quienes, asegura, “les tengo mucho cariño porque nos tratan muy bien, tanto a mí como a mi familia”. Para ella, de hecho, resulta “difícil” imaginarse en el mundo del deporte sin su aportación. “El apoyo es enorme, siempre me están ayudando”, concreta la jugadora berciana, “feliz” por poder seguir aprendiendo al lado de compañeras como Anna Gómez, según Alba, “la mejor base de la Liga. De ella aprendo mucho, tanto en el juego como en comportamiento y saber estar. Es increíble, un ejemplo a seguir. Espero seguir muchos años a su lado”, resume. De sus capitanas, ‘Monty’ y Eli Vivas, destaca el apoyo que le ofrecen. “‘Monty’ es ‘marca Bembibre’,” remacha.
Después del fichaje de Vega Gimeno, su continuidad se une a la del cuerpo técnico y las renovaciones de cuatro jugadoras fundamentales en la consolidación del Embutidos Pajariel Bembibre entre los mejores equipos de la Liga Femenina. Para su entrenador, ‘Chiqui’ Barros, su continuidad sigue el proceso lógico de renovaciones: “No se me pasaba por la cabeza que no siguiera, como no me imaginaría un Bembibre sin ‘Monty’, Anna Gómez, Eli Vivas u Orla O’Reilly. Es la primera ‘jugadora Bembibre’ que es de Liga Femenina”, apostilla.
Una vez concluida la temporada, Alba ha seguido haciendo trabajo de post-temporada para consolidar y avanzar en sus fundamentos y habilidades. Sea invierno o verano, ella no deja de trabajar y lo hace siempre sin perder el buen humor. Es la sonrisa perenne del equipo rojillo, eso sí, sin olvidar que todo buen deportista debe poseer una buena formación académica. Así, una vez finalizada la etapa en el instituto, la jugadora emprendió los estudios de Técnico en Actividad Física y Animación Deportiva (TAFAD) y Filología Inglesa, que por ahora lleva con éxito. En definitiva, Alba es, como la define su entrenador, “ILUSIÓN Y TRABAJO”.
Así lo cree ‘Chiqui’ Barros, que espera de Alba “que siga como hasta ahora. Sabemos que es una jugadora pequeña, condicionada por el físico, pero tenemos tanta confianza en ella que es una ficha de las diez de la plantilla. El hecho de ser en la posición de base demuestra que se confía en ella. Está preparada, siempre entrena muy bien. Hay que dejarla tranquila”, puntualiza el técnico gallego, que valora muy positivamente el hecho de que sea una “jugadora de casa. Es una jugadora de verdad porque nos ayuda mucho y esto es consecuencia de su trabajo, de su sacrificio y de su voluntad”, concluye.
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