Transcripción literal de la nota de prensa remitida por el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Bembibre:
El concejal de tráfico ha declarado en la emisora local que dejarán de ser peatonales la calle Castilla, la Plaza Mayor y la Avenida del Bierzo; y que explicarán en rueda de prensa las condiciones en las que se llevará a cabo.
Sin entrar hasta ese momento en detalles, desde ahora mismo se puede afirmar que Bembibre ha empezado a perder. Pierden los comerciantes, a los que los coches espantarán su clientela. Pierden los niños, que se quedarán sin una zona privilegiada de ocio y de esparcimiento. Pierden los jóvenes y los mayores, que tendrán que pasear y convivir fuera del centro urbano. En definitiva, perdemos todos un lugar seguro, accesible, sin ruidos y sin contaminación.
Es insólita una noticia de este tipo en nuestros tiempos. Cuando todas las ciudades rivalizan en abrir nuevos espacios peatonales y se presentan como un logro para sus habitantes, en Bembibre, al revés, una vez consolidada una zona peatonal y sin haber ninguna demanda social en contrario, el equipo de gobierno del PP instrumenta una vuelta al pasado entregando nuevos espacios a los coches a costa de quitárselos a la gente. Lo mismo que el cangrejo, pero detrás del cangrejo. Ya que no se puede progresar porque el listón ha quedado muy alto, se retrocede en busca del Bembibre de charanga y pandereta que creíamos haber enterrado para siempre. El caso es dar a los socialistas una patada en el culo de los vecinos de Bembibre. El caso es despreciar, desvirtuar y destruir todo lo que recibimos de ellos.
Lo malo no es solo que gobierne el PP. Lo malo es que el PP quiera gobernar aplicando los puntos de su programa electoral donde aparecen esta medida y otras perlas que se irán comunicando a la población. Lo malo es que esto ya no tiene remedio. Hemos llegado al punto cero y a partir de aquí empezamos a descender en caída libre hasta que el cuerpo aguante. Este era el cambio que se anunciaba en las elecciones pasadas, el cambio a peor.
Habrá que permanecer atentos a la pantalla para ver cómo justifican esta aberración y cómo pretenden regularla.
