Caza ¿respetable?

Tomás Vega Moralejo

Es curioso, por no decir otra cosa, encontrarse en la red social con grupos como “Todos unidos en contra de los anti-caza”, con unos setenta mil seguidores, en el que llaman nada menos que “ecoterrorismo” a actos como derribos de una de esas casetas desde las que cómoda y, aún más, cobardemente, se sientan algunos para matar lobos u otros animales.

Y no justifico esos derribos, que no son formas correctas, pero ¿Cómo llamamos entonces al propio acto de la caza que, por ejemplo, se lleva por delante unas decenas de personas todos los años en nuestro país?
 
A estas alturas, y acabo de empezar, algún lector cazador podrá estar pensando ya que “a ti te daba gatillo yo” (así de “cojonudos” los hay); y ni siquiera me cabe duda de que alguno sería capaz de hacerlo de no tener consecuencias para él… aunque ¿Cuántos asesinatos habrán quedado encubiertos y apenas sin castigo por aquello de “es que pensé que era un jabalí”?

La cosa es que efectivamente hay de todo, pero también entre los cazadores mucha insensibilidad y egocentrismo en otros ámbitos de la vida… y no es mera coincidencia ¿Cómo, si no, encuentran razones para arrebatarle su vida a un animal indefenso “porque sí”?

Porque se les suele oír decir que cazan “por salir a dar una vuelta”, como si no pudieran darla sin escopeta; o “porque hay que defender a los ganaderos y agricultores de las alimañas”, como si les importaran los problemas de éstos cuando la solución no conlleva matar animales; o “por comer”, como si pasaran hambre y costándoles más la actividad de la caza que cientos de kilos de comida; o…… en definitiva, que se agarran a lo que pillan para disfrazar de una nobleza perdida hace siglos eso de salir a matar animales (mal llamado también “deporte”, para dotarla de subvenciones y protecciones… por lo mismo que se llama “cultura” al maltrato de toros en tantas formas que se diría que en España le tenemos terrible manía a uno de nuestros emblemas).
 
Pero no solo traigo críticas, intento objetivar.

Decía Arthur Schopenhauer hace ya mucho que “La compasión hacia los animales está tan estrechamente ligada a la bondad de carácter que se puede afirmar con seguridad que quien es cruel con los animales no puede ser una buena persona”, y no andaba desencaminado pero, como ocurre con casi todo en la vida, la realidad es más compleja y además tendríamos que discutir también lo que se entiende por crueldad. Tengo varios amigos cazadores que se pueden calificar de excelentes personas, supongo que simplemente de algún modo su empatía está mermada y no es capaz de ver más allá de sus congéneres.

Y, si somos sensatos, la caza bien hecha no es peor en absoluto que el mero hecho de comer carne. Es más, la muerte certera de un animal en manos de un cazador decente es seguramente más ética que la muerte de un animal de esos que venden en el súper y de la que participamos si consumimos esa carne. El animal cazado es libre hasta el mismo momento de esa muerte, mientras que el criado demasiado a menudo habrá vivido en condiciones deplorables porque lo único que importa es el beneficio económico.
 
Así las cosas ¿Es que no me aclaro sobre si la caza es buena o mala?

Pues apuesto a que la caza podría ser respetable, pero el colectivo de cazadores el trabajo lo tenéis en casa y no con “ecoterroristas“.
 

SI QUERÉIS QUE SE RESPETE LA CAZA, HACEDLA RESPETABLE:

-y dejad de considerar todo lo que se mueve en el monte como propiedad vuestra; la licencia de caza no os da posesión sobre algo que si acaso es de todos, sino que os concede un privilegio con unas normas.

-dejad de mantener a vuestros ayudantes los perros en cuchitriles de mierda, dejad de maltratarlos y dejad de traicionarlos y abandonarlos o matarlos “porque ya no valen” (¡Cómo recuerda esto al nazismo!).

-dejad de matar más de lo que se debe y hasta lo que no se debe.
-dejad de adoctrinar a los niños, que sin duda tienen mejores cosas que aprender que la muerte a tan temprana edad.

-respetad a quien no opina como vosotros.

-…

y, por último, ved el enemigo en esos cazadores que no cumplen y os contaminan a todos ¡Echadlos!… y entonces, cuando los cazadores seáis respetables y cuando la caza sea algo respetable… entonces os respetaremos y la respetaremos.
 
Porque en España hay en torno a un millón de licencias de caza (muchas de ellas, en todo caso, sacadas solamente para poder tener acceso a un arma y no para cazar) pero ¿Os imagináis que nos da por organizarnos aunque sea a una parte de los más de cuarenta millones de españoles y españolas no cazadores?
 
Dan ganas, viendo lo que le gusta la caza a nuestros políticos corruptos (¿Casualidad?) y los intentos de retroceso a la Edad Media en esa materia como los del gobierno de “Cospe” en Castilla-La Mancha….
 
 
 

Tomás Vega Moralejo

 

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