Entrevista con el poeta visual Gustavo Vega

Gustavo Vega
Gustavo Vega

Gustavo Vega es doctor en Filología Hispánica y Literatura, y licenciado en Filosofía. Ha sido profesor en diversos cursos, seminarios y talleres universitarios. Pero destaca sobre todo por su faceta como “poeta visual”.

Como poeta visual ha hecho 50 exposiciones individuales y participado en más de 200 colectivas. Es autor de varios libros y ha realizado multitud de conferencias, recitales y acciones poéticas en España y en el extranjero –Argentina, Francia, Inglaterra, Uruguay, Italia…-. Además, la calle donde nació en la localidad de Villaverde de los Cestos, hoy lleva su nombre.

 

La primera pregunta es obligada ¿Qué es y en qué consiste la poesía visual?

– La poesía visual es un híbrido en el que participa la palabra en primer lugar, por eso es poesía, pero participan también otras actividades y disciplinas como es la expresión plástica, la expresión corporal, e incluso las nuevas tecnologías.

Una fotografía ¿puede ser poesía visual?

– Sí, puede ser. Yo tengo algunos poemas visuales que están hechos a base de fotografía.

¿Qué requisitos debe tener una imagen para que podamos considerarla poesía visual?

– En primer lugar, para que sea poesía visual ha de ser poesía. Dicho esto, es un terreno resbaladizo en el que no hay una definición exacta, de la misma manera que hay mil definiciones de lo que es poesía y todas son una aproximación. Pero en principio digamos que la creación poética es un género que permite al ser humano expresarse en su totalidad… Expresar sus sentimientos, sus emociones, sus ideas, y todo ello como una cosa unitaria

¿Cómo han influido en su obra los amplios conocimientos filosóficos de un licenciado en la materia?

– Para mí la filosofía es un poco el punto de partida. De hecho empecé a hacer poesía visual a partir de querer expresar conceptos e ideas que proceden del campo de la filosofía o… de las propias vivencias, lo que en ocasiones viene a ser lo mismo.

La poesía visual no es una disciplina nueva. Los primeros caligramas griegos datan del año 300 A.C. Sin embargo, a pesar de su plasticidad y por qué no decirlo, de su espectacularidad, sigue siendo una gran desconocida. ¿A qué cree que es debido?

– La poesía visual tiene toda una trayectoria que, de hecho, es un poco marginal. En la isla de Creta se ha descubierto un disco, el llamado disco de Hefestos, que data del 2.000 antes de Cristo, es decir, muy anterior a los griegos del periodo alejandrino, que no ha podido ser traducido porque no hay referentes, pero parece ser que es una especie de explicación de la vida en forma de espiral, y eso parece que ya es un caligrama.
A lo largo de la historia se han ido haciendo creaciones de tipo caligramático, lo que pasa es que ha quedado un poco marginal. Por ejemplo en el barroco se hicieron muchas, aunque la calidad literaria no era muy potente, sin embargo la calidad visual si lo era.
Por otra parte, a partir de la ilustración se empezó a buscar la claridad y la compartimentación de los saberes, pero dado que la poesía visual es un género híbrido, que no es literatura ni plástica de manera exclusiva, sucedió que tanto los críticos literarios como los críticos artísticos consideraran que no pertenece a su ramo. En este sentido ha quedado un poco marginada. Últimamente esto se está corrigiendo bastante.

Poema con acento (2008)¿Desde su punto de vista, qué lugar ocupa la poesía en del sistema educativo actual? ¿Se habla de poesía visual?

– La poesía en el sistema educativo, al igual que en otros ámbitos de la sociedad, no deja de ser algo marginal, aunque los que estamos metidos en esto decimos que es troncal.
Digo esto de la poesía en general, ya que de la poesía visual ni se ha hablado. Yo empecé una experiencia, ahora hace 30 años, en un colegio de Barcelona, en esto somos pioneros, creando poesía visual. Durante muchos años he ido haciéndolo de manera permanente, todavía continúo en ello, y en estos momentos ya empieza a haber interés.
A partir de 1995, más o menos, que hubo una serie de exposiciones en el Reina Sofía, una exposición de Joan Brossa…, la irrupción de las nuevas tecnologías e internet… Veo que ahora ya hay un cierto interés. A mí me invitan de muchos sitios a dar conferencias y a hacer talleres con alumnos de colegios. Incluso recientemente me ha llegado un email de México porque quieren poner mis poemas visuales en los libros de texto de primaria y secundaria.
Todo esto quiere decir que ya hay un interés por la poesía visual en el ámbito de la enseñanza.

Los poetas visuales utilizan la imagen en todas sus facetas, técnicas y soportes artísticos, como la pintura, la escultura, el vídeo… ¿Con cuál se siente usted más a gusto a la hora de trabajar?

– A mí me interesan todos. Digamos que con lo que más he trabajado ha sido con plástica. Al decir plástica puede ser pintura, pero también objetos. También he hecho lo que llamamos videopoemas y poesía acción. Ya cuando empecé a meterme en este terreno, allá en el año 1977, teníamos un grupo en Barcelona llamado Ámbit de Poesía Visual Universitat Nova, donde hicimos un manifiesto en el que decíamos que la poesía puede valerse en su expresión de cualquier tipo de medio y elemento. Y digamos que esa es un poco mi divisa.

¿Qué técnica o proceso sigue a la hora de elaborar un poema visual? ¿Es la palabra quien sugiere la imagen o sucede al revés, que la imagen es quien da sentido a las palabras?

– Las dos, depende.

Durante el mes de agosto hemos podido ver una muestra de su obra en La Casa de las Culturas de Bembibre, pero los poemas visuales de Gustavo Vega se han expuesto en lugares muy diversos, como el metro de Barcelona. ¿Cuál es la exposición, por el lugar o el significado, de la que guarda un mejor recuerdo?

– Cada una es interesante por distintos motivos. Me es difícil contestar. Por ejemplo, el hecho de haber expuesto en León un conjunto amplio, siendo León mi territorio, para mí tiene un valor sentimental añadido. Y al decir León estoy diciendo también El Bierzo, llámese ahora Bembibre, anteriormente Ponferrada. Yo soy de Villaverde de los Cestos, entonces para mí, además del valor que tenga como exposición de obra artística, tiene ese valor sentimental añadido.

Usted destaca también en la composición de Haikus. Recientemente nos ha ofrecido un recital en el que estos pequeños poemas se funden con la música en directo, acompañada por la proyección de caligrafías japonesas y una cuidada puesta en escena. ¿Está presente el elemento visual en toda su obra?

– Sí. Además el Haiku refleja un instante, un momento, algo que tienes ahí delante, y por tanto es casi como una visión. Es una pequeña visión, una isla, un instante emotivo, pero donde la idea, la visualidad, está presente.

Entonces su interés por los Haikus ¿viene motivado porque en cierto modo es un tipo de poesía también visual?

– También. Y además porque es muy sintética. Es como un contenido de energía poética muy potente. Y hablando de Haikus, digamos que he hecho también Haikus visuales. Digamos que estos no existen como técnica reconocida, pero bueno, yo lo he intentado. Los he hecho a partir de Haikus en un principio escritos y después traspasados a la visualidad.
Hay que decir también que mis Haikus han sido interpretados caligráficamente por una escritora calígrafa japonesa

A la hora de componer o realizar su obra ¿busca exclusivamente la belleza, o es también importante para usted transmitir un determinado mensaje? 

– Todo es importante. Ambas cosas.

Soneto enmudecido y aplanado - Así es la vida (1985)En España, Cataluña parece ser el epicentro de la poesía visual. ¿Es este el motivo por el que ha fijado su residencia en Barcelona?

– Cataluña es muy importante y tiene una cierta tradición porque hubo un grupo muy potente en la época del futurismo, un futurismo un poco retrasado, en 1920, cuando en el resto de Europa el futurismo se estaba acabando, que practicaron formas poético-visuales muy depuradas. Entre ellos estaba Papasseit. Y después, ya con posterioridad, se empezó a hablar de poesía visual a finales de los 50 y los 60 de manos de Joan Brossa y algunos otros. En este sentido Cataluña ha sido un poco pionera dentro de España.
Dicho esto, también ha habido grupos importantes en el entorno de Madrid en los años 60, y en el entorno andaluz de Sevilla y Córdoba. Un poco posteriormente en Extremadura.
Pero no tiene nada que ver con haber elegido Barcelona como lugar de residencia.

De todas formas el cariño y afecto que le profesan en su pueblo natal, Villaverde de los Cestos, ha quedado sobradamente de manifiesto al dedicarle la calle en la que usted nació. Algo de lo que muy pocas personas pueden presumir.

– Esto para mí tiene un valor sentimental muy potente. Digamos que es un honor todavía superior a otros honores, casi diría incluso que a tener el doctorado. Es algo que no depende de ti, depende de los otros, y tiene un valor sentimental muy grande porque se hunden ahí tus raíces.

Para finalizar, me gustaría que se despidiera de nuestros lectores con uno de sus poemas visuales.

(Gustavo Vega, inspirándose en un libro de El Señor de Bembibre que estaba sobre la mesa del despacho donde se realizó la entrevista, improvisó en cuestión de segundos, de forma jocosa y divertida, el boceto de un poema que seguramente podremos ver completamente finalizado en una próxima exposición.)

 

La nieve mira la luna.
La luna mira la nieve.
Diálogo en blanco.
(Gustavo Vega)

 

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