Marco Antonio González, dos años como vicepresidente de la ARMH

Marco Antonio González lleva dos años como vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), desde que el colectivo consideró que el salto de Santiago Macías a las filas del PSOE era incompatible con la representación de la Asociación y decidió elegir a otra persona para ese cargo.

Estos dos años han coincidido con la llegada al Gobierno del Partido Popular, que congeló las pocas políticas de memoria puestas en marcha en torno a la Ley de la Memoria Histórica. Hacemos un balance de este “bienio” y hablamos del futuro de la memoria histórica.

 
¿Cómo llegaste a la vicepresidencia de la Asociación?

Cuando el entonces vicepresidente Santiago Macías anunció que sería candidato en la lista del PSOE a las elecciones municipales de Ponferrada, la junta directiva de la Asociación consideró que ambas facetas eran incompatibles; se rescindió su contrato y se convocó una asamblea para cambiar el titular de la vicepresidencia. Aprovechamos además para incluir un artículo en nuestros estatutos que no permitiera a alguien formar parte de la ejecutiva de la Asociación e ir en una lista electoral. Hay un capital simbólico que se construye en parte con la viabilidad que permite la representación de la ARMH que no puede estar al servicio de otra organización. Siempre hemos sido una organización independiente que ha peleado por sus objetivos con diferentes organizaciones políticas.

¿Cuál había sido antes tu vinculación con la recuperación de la memoria histórica?

Soy biznieto de un represaliado, uno de los primeros hombres que fue fusilado en El Bierzo. La historia familiar nunca ha sido silenciada en mi casa y sé que hay muchos hogares en los que el terror del franquismo dura hasta hoy. Por otro lado, la primera exhumación por métodos científicos fue en Priaranza del Bierzo, cerca de mi pueblo. La historia estaba ahí y sólo hacía falta un acercamiento a la ARMH que ocurrió en el año 2006, en As Pontes, A Coruña. Allí conocí a un equipo de trabajo estupendo, muy buena gente. Y en ese momento decidí que me tenía que implicar en este movimiento social.

¿Cuáles son las razones que te motivan a trabajar por esta causa?

La lucha contra el olvido. Puede sonar muy utópico pero si somos realistas Franco murió en su cama en 1975 y desde su muerte no ha habido una legislación seria  o una política clara para solucionar un problema que está ahí y que día a día lo vemos por las cientos de familias que nos escriben. Hay 113.000 familias que tienen un desaparecido y la única solución que les ha dado el Estado es un modelo de Impunidad: Ley de Amnistía, Ley de Memoria Histórica, el caso Garzón, etc… Y por si fuera poco los diferentes gobiernos que hemos tenido se han volcado en exportar nuestro modelo de Transición a otros países.

Cada vez que fallece un hijo o una hija de un desaparecido y nos llaman sus descendientes para comunicarnos su muerte, el franquismo sociológico imperante en nuestro país puede pensar que ha ganado una pequeña batalla de ese olvido, pero no la lucha contra el olvido, porque son los nietos y nietas los que siguen exigiendo la búsqueda de sus abuelos en las cunetas.

¿Cómo valoras los efectos que ha tenido la ley de la memoria?

Es una ley hecha a medida de los padres de la Constitución, para que no quepa la menor crítica de la amnistía que se firmó en 1977; políticas de impunidad avaladas por antiguos franquistas y por la izquierda parlamentaria del momento. Como ejemplo de lo chapucera que puede ser la Ley de Memoria Histórica no aparece la palabra “juzgado”, “denuncia”, “homicidio”, “muerte violenta”.Palabras clave para investigar un asesinato y que los culpables asuman responsabilidades.

En el trabajo del día a día, el de las exhumaciones, hemos podido constatar los efectos de la ley de Memoria Histórica. En algunos casos, el humilde jornalero que en su huerta tiene una fosa común en la que deja intervenir a la Asociación ya ha hecho más que cualquier administración jurídica del Estado.

¿Qué ha ocurrido con el cambio de Gobierno?

Ha ocurrido lo que la Asociación y cientos de familiares pensábamos. El Gobierno socialista pasó por este tema de puntillas y dejando muchas cosas en el cajón, el Valle de los Caídos, por ejemplo. Y en cuanto al del Partido Popular: ¿qué pueden esperar las víctimas del franquismo de un partido fundado por los descendientes del franquismo? Su fundador Manuel Fraga en 1977, después de ser un ferviente seguidor del régimen, de la noche a la mañana se convirtió en un demócrata de toda la vida. En imágenes  parece que sólo existiese en Tecnicolor y que hubiera sido elegido por sufragio universal. Pues no, fue ministro de un país donde se prohibía votar, opinar, discrepar. 

Este tema para el PP es incómodo por eso dice una cosa y no hace otra. En el Artículo 3 de sus estatutos dice textualmente que su actuación general será orientada por un compromiso con la solidaridad hacia las víctimas de cualquier tipo de violencia en todas sus manifestaciones. Pero del dicho no pasan al hecho, como si negaran la condición violenta del la dictadura franquista. 

Cuando se estaba elaborando la Ley de la Memoria Mariano Rajoy se permitió decir que eso de “la memoria histórica no le importa a nadie”. Estaba llamando “nadie” a los familiares de decenas de miles de desaparecidos, presos políticos, exiliados… En una democracia de calidad eso debería tener consecuencias políticas. Por eso va a ser nuestro deber seguir luchando contra el olvido gobierne quien gobierne.

Desde la exhumación de la primera fosa en Priaranza del Bierzo hasta hoy, ¿qué piensas que ha supuesto para la sociedad española la puesta en marcha de este movimiento social?

Ha supuesto que muchos hombres y mujeres puedan hablar sin tapujos de la desaparición de su padre o de su madre. Ha costado más de 10 años que la exhumación de una fosa común se normalice, es decir, que un familiar acompañado de grupo de técnicos de la ARMH pueda llegar a recuperar los restos de un ser querido y recuperar la memoria familiar y la colectiva, más allá de donde el estado quiere llegar. Parece que a los únicos que les sorprende esa situación es a los legisladores de este país. Por suerte, una exhumación ya no es algo inusual, todos los pueblos tienen su fosa común y muchos vecinos están deseando que aparezcan los familiares de las víctimas y esa fosa sea abierta.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Telegram

También podría interesarte

Destacadas de Bembibre Digital cabecera