Tal día como hoy, hace 126 años, nació Clara Campoamor, defensora e impulsora del sufragio femenino en España. Al proclamarse la Segunda República en 1931, fue elegida Diputada (las mujeres podían ser elegidas pero no electoras), pero su independencia –nunca se aferró a unas siglas, sino a unas ideas- y su defensa de los derechos de la mujer y la libertad política la llevaron a enfrentarse tanto a los partidos de derechas como de izquierdas.
La izquierda, con la excepción de algunos socialistas y republicanos, se oponían al voto de las mujeres, al considerar que estaban muy influenciadas por la Iglesia y votarían a la derecha. Por eso su gran opositora en el debate que decidiría la aprobación del sufragio femenino, fue otra reconocida diputada designada por el Partido Radical Socialista, Victoria Kent. Clara Campoamor resultó vencedora tras un intenso debate y en 1931, con el apoyo de la minoría de derechas, gran parte de los diputados del PSOE (entre los que no se encontraba el sector de Indalecio Prieto) y algunos republicanos, tuvo lugar la aprobación del sufragio femenino, que se ejercitó por primera vez en las elecciones de 1933. Elecciones en las que Clara Campoamor no renovó su escaño de Diputada.
Al estallar la guerra civil se exilió a París y luego a Buenos Aires. Quiso regresar a España en los años 40, pero desistió al enterarse que tenía pendiente un proceso por pertenencia a una logia masónica, así que unos años más tarde terminó trasladándose a Lausana en Suiza, donde trabajó y residió hasta su fallecimiento en 1972. Sus restos descansan en San Sebastián.
“Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el Derecho Natural, el derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis cómo ese poder no podéis seguir detentándolo …”
Clara Campoamor, en el Congreso de los Diputados
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