Ya hay veredicto: el jurado considera que Manuel Dos Anjos es culpable del delito de asesinato

El acusado, en segundo término, atento en el Juicio detrás de su abogado
El acusado, en segundo término, atento en el Juicio detrás de su abogado

Culpable de asesinato. Éste es el veredicto que ha emitido hace escasos minutos el jurado que se ha encargado de valorar la implicación de Manuel Dos Anjos en el crimen que el 17 de noviembre de 2012 terminó con la vida de Rosa del Mar Jiménez. El veredicto no se ha hecho esperar, sobre todo en un contexto en que el propio acusado se reconoció culpable de los hechos. Pero faltaba conocer la tipología del delito de homicidio o, como pedía fiscalía y la acusación, de asesinato.

Imagen de Rosa del Mar que aportó la familia cuando se produjeron los hechos

No hubo sorpresa. Después del reconocimiento de culpabilidad del propio Manuel Dos Anjos, autor confeso del crimen de Bembibre, el jurado se pronunció con un veredicto de culpabilidad por el asesinato de la que fuera su pareja sentimental, Rosa del Mar Jiménez, a la que mató la noche del día 17 de noviembre de 2012 después de una discusión. Le asestó una puñalada en la yugular que resultó mortal así como una segunda puñalada en el tórax. Posteriormente la descuartizó.

A pesar de que el descuartizamiento no se considera, a efectos jurídicos, como un agravante (por cuanto la víctima ya había muerto), el jurado apreció que existió alevosía y que el asesino mató a Rosa del Mar impidiendo que aquella tuviera oportunidad de defenderse.

Fueron algunas de las claves que se dirimieron durante el juicio que se siguió durante dos días en la Audiencia Provincial de León en la que el juicio dio un giro importante: inicialmente la petición de cárcel por parte de Fiscalía era de 18 años y 20 años por parte de la acusación. En ambos casos tuvieron que rebajar la petición a 15 años por los atenuantes, que fue el hecho de que se entregara voluntariamente en La Coruña y facilitara la investigación.

El Juez deberá proceder ahora a imponer la condena correspondiente por el delito de asesinato así como determinar la responsabilidad correspondiente. En este caso, más bien simbólico por cuanto Manuel Dos Anjos era un indigente sin recursos ni bienes de ningún tipo.

 

 

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