Las fiestas de Viñales en honor a San Antolín han servido para estrenar la nueva pista polideportiva de la localidad. Se trata de una infraestructura que ha sido construida con fondos adelantados por el Ayuntamiento de Bembibre (que también se encargó de los trabajos de movimiento de tierras) así como con una subvención de 9.000 euros del Consejo Comarcal del Bierzo. En total, esta obra está valorada en torno a los 40.000 euros sin incluir porterías y canastas.
Esta vieja reivindicación del pueblo de Viñales por fin ha visto la luz. Y es que los vecinos, sobre todo los más jóvenes, recuerdan que ya en la década de los 90 comenzaron a plantear tener un pequeño espacio polideportivo para uso y disfrute del pueblo. Ya no sólo pensando en el terreno deportivo (fútbol sala o baloncesto, serían los deportes más recurrentes), sino como un espacio multiusos para cualquier actividad popular como bailes, fiestas de carnaval, meriendas, e incluso, si el tiempo lo permite, la celebración de Los Mayos, entre otras. Hubo promesas electorales e intentonas, pero nunca llegó a salir adelante.
Eso sí, la Junta Vecinal decidió el año pasado retomar y sacar adelante el proyecto basándose, fundamentalmente, en el elevado número de niños que hay a la fecha en Viñales, entre los que residen en el pueblo como nietos de los vecinos y que visitan habitualmente la localidad.
La pista, que se encuentra en la conocida Era de Viñales, ya está terminada y cuenta con el refuerzo de dos filas de gradas que podrían albergar hasta 150 personas cómodamente. El siguiente paso es intentar buscar las canastas y porterías ya que las que hay son provisionales prestadas por el Ayuntamiento. También hacer un pequeño paso de acceso no invasivo, con pizarra sobre el césped, pensado esencialmente para evitar que cale el agua en caso de que el terreno esté mojado.
Aunque los vecinos y los asistentes a la fiesta han podido disfrutar de esta nueva pista multiusos, el alcalde pedáneo, José Molinero, aseguró que habrá una inauguración formal y oficial. Al menos, como todavía se suele hacer en los pueblos, con un picoteo para los asistentes al acto.
