Luis Miguel Rodríguez Blanco y Nicanor García Ordiz nos traen dentro de la sección “Carboncillo y Pluma” el retrato artístico y literario del ingeniero J.F. Robinson. Este ingeniero inglés, que fijó su residencia en Bembibre a partir de 1910, ha pasado a formar parte de la historia con mayúsculas de la localidad, ya que a él se debe la puesta en funcionamiento del alumbrado eléctrico, inaugurado el 28 de enero de 1911.
Por aquel entonces, el suministro de fluido se realizaba a través de una red general de transporte de 1.500 voltios y de distribución de 120 voltios. Potencia que se mantiene vigente en el tiempo hasta el primer tercio del siglo XX.
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